miércoles, 10 de febrero de 2010

Antecedentes Historicos de La Guerra Fria

Para comprender la guerra fria, debemos primero comprender el contexto historico y los acontecimientos anteriores a esta. Por esta razon a continuacion vamos a encontrar diferente informacion, y un texto para comprender mas el legado de la segunda guerra mundial y sus implicaciones para la guerra fria.





Estados Unidos y Rusia iniciaron sus enfrentamientos en 1917, cuando los revolucionarios tomaron el poder, creando la Unión Soviética, y declararon la guerra ideológica a las naciones capitalistas de Occidente. Estados Unidos intervino en la Guerra Civil rusa enviando unos 10.000 soldados entre 1918 y 1920 y después se negó a reconocer el nuevo Estado hasta 1933. Los dos países lucharon contra Alemania durante la segunda guerra mundial esta alianza comenzó a disolverse en los años 1944 y 1945, cuando el líder ruso siv Stalin, buscando la seguridad soviética, utilizó al Ejército Rojo para controlar gran parte de la Europa Oriental. El presidente estadounidense Harry S. Truman se opuso a la política de Stalin y trató de unificar Europa Occidental bajo el liderazgo estadounidense. La desconfianza aumentó cuando ambas partes rompieron los acuerdos obtenidos durante la Guerra Mundial. Stalin no respetó el compromiso de realizar elecciones libres en Europa Oriental. Truman se negó a respetar sus promesas de envío de indemnizaciones desde la Alemania derrotada para ayudar a la reconstrucción de la Unión Soviética, devastada por la guerra.




Tomado de Articulo de la guerra fria de encarta




La intervención rusa en la Primera Guerra Mundial tuvo como consecuencia el deterioro de la economía y una crisis política que culminó con la caída del zar Nicolás ll en 1917.
En ese mismo año, los Estados Unidos y Rusia comienzan sus enfrentamientos.
En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), bajo el mando de Stalin.
Ambos países se unieron en la lucha contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, pero esta alianza se rompió cuando Stalin utilizó el Ejército Rojo para controlar gran parte de la Europa Oriental, mientras que Truman, presidente de los Estados Unidos trataba de unificar Europa Occidental bajo su mando.
Los estadounidenses temían que después de la guerra, la crisis económica que afectaba a Europa repercutiera en los Estados Unidos.
Así pues, en 1947, Marshall decidió poner en marcha un plan de ayuda económica y tecnológica destinado a reconstruir Europa.
Se invitó a la Unión Soviética a participar en el plan, pero éstos denegaron el ofrecimiento. Por su parte, la Unión soviética y los países europeos satélites (Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Albania), crearon en 1947 el Kominform, la versión comunista del plan.









Los principales beneficiarios del Plan Marshall fueron Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania Occidental.
También se creó la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) para la ayuda mutua de los países integrantes del plan.
Ya en 1952, el plan Marshall había alcanzado sus objetivos.
El bloqueo soviético a Berlín occidental fue el detonante que produjo la concentración de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Era un tratado de cooperación militar firmado por Washington en 1949 donde todos los países importantes de Europa Occidental firmaron el pacto, a excepción de Suecia y Suiza, que decidieron permanecer neutrales.


Tomado de segunda guerra mundial.com



Existe un cierto desacuerdo sobre cuándo comenzó exactamente la Guerra Fría. Mientras que la mayoría de historiadores sostienen que empezó nada más acabar la II Guerra Mundial, otros sostienen que los inicios de la Guerra Fría se remontan al final de la I Guerra Mundial, en las tensiones que se produjeron entre el Imperio Ruso, por un lado, y el Imperio Británico y los Estados Unidos por el otro.[5] El choque ideológico entre comunismo y capitalismo comenzó en 1917, tras el triunfo de la Revolución Rusa, de la que Rusia emergió como el primer país comunista. Éste fue uno de los primeros eventos que provocó erosiones considerables en las relaciones ruso-americanas.

Algunos eventos previos al final de I Guerra Mundial fomentaron las sopechas y recelos entre soviéticos y norteamericanos: la idea bolchevique de que el capitalismo debía ser derribado por la fuerza para ser reemplazado por un sistema comunista, la retirada rusa de la I Guerra Mundial tras la firma del Tratado de Brest-Litovsk con el Segundo Reich, la intervención norteamericana en apoyo del Movimiento Blanco durante la Guerra Civil Rusa y el rechazo estadounidense a reconocer diplomáticamente a la Unión Soviética hasta 1933 Junto a estos, diferentes eventos durante el periodo de entreguerras agudizaron las sospechas: la firma del Tratado de Rapallo y del Pacto germano-soviético de no agresión son dos notables ejemplos
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Tomado de guerrafria-forointeractivo.com

  • La segunda guerra mundial nos da a comprender las situaciones que generaron la Guerra Fria. A continuacion se encuentra un texto del legado de la segunda guerra mundial para aclarar inquietudes.
TEXTO ANEXO DE EL LEGADO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Por Herbert F. Ziegler

La II Guerra Mundial terminó con la rendición de Alemania el 8 de mayo de 1945 y la de Japón el 14 de agosto de ese mismo año. En cifras, este conflicto sobrepasa a cualquier guerra jamás librada. 1.700 millones de personas de 61 países se vieron envueltas en una lucha llevada a cabo en la tierra, el mar y los cielos de Europa, el Extremo Oriente, el Sureste asiático, el norte de África y las islas del Pacífico. El combate dejó un rastro de masacre y destrucción sin paralelo en la historia del hombre. La II Guerra Mundial se llevó las vidas de 55 millones de soldados y civiles, y produjo incontables destrucciones materiales. Más allá de las aterradoras e insondables estadísticas, esta guerra dejó una huella indeleble en todos los aspectos de la vida humana y conformó la historia del mundo de posguerra. Para toda una generación, la II Guerra Mundial fue sencillamente “la guerra”.
Dado lo mucho que la II Guerra Mundial ha marcado al planeta, es necesario algún grado de comprensión sobre ella para entender buena parte del presente. No obstante, la manera en que la gente entiende la guerra está afectada por su visión del mundo tras ella. La guerra fue mundial, mientras que los participantes sólo experimentaron algunos aspectos de ella, lo que hace únicas sus experiencias bélicas. Mientras que los japoneses denominan a la II Guerra Mundial la gran guerra de Asia Oriental, los chinos la llaman la guerra de Resistencia a la Agresión Japonesa. Para la mayor parte de los ciudadanos de la antigua Unión Soviética (URSS) sigue siendo la gran guerra Patriótica, mientras que los habitantes de las islas Salomón la conocen, simple y apropiadamente, como “la Gran Matanza”.
La política contemporánea y el trasfondo histórico también afectan a la visión actual de la guerra y por tanto a nuestra visión del mundo de la posguerra. Por ejemplo, los historiadores rusos suelen omitir o subestimar la importancia del desembarco de Normandía en 1944. Sin embargo, acentúan la importancia estratégica del Frente Oriental y las heroicas campañas del Ejército Rojo contra el III Reich. Los estadounidenses suelen ver el Día D como la campaña clave, dejando a un lado el papel crucial de la URSS en la victoria en Europa.
En pocas palabras, los distintos enfoques sobre la II Guerra Mundial han dado lugar a diferentes interpretaciones históricas. Quizá el balance más ecuánime se encontraría en una aproximación global, que diera menor importancia a los enfoques nacionales o regionales y se concentrara en el legado de la guerra a escala mundial.
Rivalidad entre superpotencias y la Guerra fría
El fin de la II Guerra Mundial trajo consigo un cambio espectacular en las relaciones internacionales. La guerra socavó profundamente la posición dominante de potencias como Alemania, Japón, Gran Bretaña o Francia. A medida que estos países dejaron de ser potencias económicas, políticas y militares, dos nuevas superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, ocuparon su puesto. Las políticas de estas dos superpotencias dominaron las relaciones internacionales y el equilibrio de poder mundial de los siguientes 45 años.
Los líderes de Estados Unidos y la Unión Soviética se aliaron en 1941 para derrotar a sus enemigos comunes. En último término, fueron los recursos materiales y militares de estas dos naciones los que pusieron fin a la guerra. Sin embargo esta alianza bélica, que siempre fue un “matrimonio de conveniencia”, se vino abajo poco después de 1945 debido a sus objetivos políticos contrapuestos y a sus profundas divergencias ideológicas. Para 1947 ambas partes se encontraban enfrentadas en los que los observadores políticos llamaron una “guerra fría”. Privada de una confrontación militar directa, la Guerra fría se extendió pronto más allá de Europa y asumió un carácter de rivalidad global ideológica y geopolítica que duró hasta el colapso de la Unión Soviética en 1991.
La Guerra fría no fue sólo una rivalidad entre superpotencias. En su centro estaba el conflicto entre dos sistemas políticos, económicos e ideológicos distintos, un conflicto que databa de la Revolución Rusa de 1917. Este combate entre el capitalismo y la democracia contra el socialismo y el partido único se manifestó en la división del mundo en alianzas militares y bloques políticos. La división llevó a una carrera armamentística sin precedentes que amenazó el planeta con la aniquilación nuclear. La Guerra fría provocó también crisis diplomáticas y guerras entre aliados de la Unión Soviética y Estados Unidos en Corea, Vietnam, Afganistán y otros países. Es más, la confrontación entre las superpotencias ejerció su influjo en las relaciones internacionales, las instituciones políticas y los sistemas económicos de sociedades de todos los rincones del planeta.

Acerca del autor: Herbert F. Ziegler es profesor de Historia en la Universidad de Hawai, en Manoa.

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